El mejor momento para tu sesión de embarazo

La sesión de fotos de embarazo es una experiencia emocionante y memorable para cualquier futura mamá. La elección del momento adecuado para realizar la sesión es crucial para lograr fotos que capturen la belleza y la alegría del embarazo. En este artículo, exploraremos en profundidad cuál es el mejor momento para realizar una sesión de fotos de embarazo y los posibles signos y síntomas que pueden surgir después de las 36 semanas de embarazo.

En general, se recomienda que las sesiones de fotos de embarazo se realicen entre las semanas 28 y 36 del embarazo. Durante este período, la barriga de la futura mamá ya es visible y redonda, lo que permite capturar imágenes hermosas y memorables. Además, la mayoría de las mujeres se sienten cómodas y con energía durante este período, lo que les permite disfrutar plenamente de la sesión de fotos.

Es importante tener en cuenta que cada mujer es diferente y que el momento adecuado para hacer una sesión de fotos de embarazo puede variar dependiendo de cada caso. Por ejemplo, si la futura mamá está esperando gemelos o trillizos, se recomienda realizar la sesión de fotos más temprano, entre las semanas 24 y 28, antes de que la barriga crezca demasiado y se sienta incómoda.

Por otro lado, si la mujer está esperando un bebé pequeño, es posible que desee esperar un poco más, hasta la semana 36 o incluso 38, para que su barriga sea más visible en las fotos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que después de las 36 semanas de embarazo, es posible que la futura mamá experimente algunos cambios notables en su cuerpo que pueden afectar su comodidad durante la sesión de fotos.

Uno de los signos más comunes después de las 36 semanas de embarazo es el aumento del tamaño de la barriga. A medida que se acerca el final del embarazo, la barriga de la futura mamá puede volverse aún más grande y redonda, lo que puede hacer que sea más difícil para ella moverse con facilidad y mantener una postura adecuada durante la sesión de fotos. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que no se recomienda realizar la sesión de fotos después de las 36 semanas de embarazo debido a la aparición de estrías, manchas y otros cambios en la piel. Durante las últimas semanas del embarazo, la piel de la futura mamá se estira mucho más y puede aparecer más sensible y susceptible a desarrollar estrías y manchas. Además, el exceso de líquido y la hinchazón pueden hacer que la futura mamá se sienta incómoda y cansada, lo que puede repercutir en una sensación de una sesión de fotos poco exitosa. En general, si bien es posible realizar una sesión de fotos de embarazo después de las 36 semanas, es importante tener en cuenta estos posibles signos y síntomas y asegurarse de que la futura mamá se sienta cómoda y segura durante la sesión. Si la futura mamá se siente incómoda o experimenta cualquier síntoma preocupante, es importante cancelar o posponer la sesión de fotos y buscar atención médica. Mientras más cercano al término del embarazo la indisposición por contracciones, reposo absoluto o parto adelantado, hacen que la posibilidad de realizar la sesión de fotos disminuya drásticamente.

Por lo tanto, es importante planificar la sesión de fotos con suficiente antelación para evitar imprevistos y poder elegir el momento ideal. A medida que se acerca la fecha de la sesión, es importante prepararse adecuadamente. Esto incluye elegir el vestuario adecuado incluido en nuestras sesiones, que permita mostrar la barriga y que sea cómoda y favorecedora, además de coordinar el tiempo para reservar con tu estilista de confianza o preparar tú misma tu maquillaje y evitar retrasos. En conclusión, aunque la mayoría de las futuras mamás disfrutan de las sesiones de fotos de embarazo entre las semanas 28 y 36, cada caso es diferente y debe evaluarse de manera individual. Es importante tener en cuenta los factores como el número de bebés, el tamaño del bebé y los síntomas o molestias que pueda estar experimentando la futura mamá. Al planificar una sesión de fotos de embarazo, es fundamental que la futura mamá se sienta cómoda y segura durante la sesión. El objetivo es capturar los momentos hermosos e irrepetibles del embarazo y para ello, el fotógrafo debe trabajar en conjunto con la futura mamá para encontrar el momento ideal que permita obtener imágenes bellas y emotivas.